Desde niña, siempre tuve una fascinación por las muñecas. Aunque mis papás no me compraban muchas, atesoro con cariño las que tuve, como la "Casita de los Abuelos" y la "Fold 'n Fun House" de 1992. Mi primera muñeca no fue una Barbie, sino una Midge de la colección "Wedding Day Midge". En mi ingenuidad, pensaba que todas las muñecas eran Barbie, sin saber que esto marcaría el inicio de mi gran pasión.

Fue en 2014 cuando decidí tomar en serio mi afición y comencé a coleccionar muñecas de manera activa. Aunque mi colección empezó con Barbie, poco a poco se fue expandiendo a otras marcas que me enamoraron, como Monster High, Disney, Integrity Toys, Mizi, Myscene y Rainbow High. Sin embargo, lo que más me apasiona son las muñecas Barbie Ooak, piezas únicas que tienen una historia especial. Aparte de las muñecas, también tengo otros juguetes que forman parte de este universo.

Actualmente, mi colección ha crecido a alrededor de 2,000 muñecas. Cada una ocupa un lugar especial en mi corazón, y cada nueva muñeca me llena de la misma emoción que sentía de niña. Es maravilloso ver cómo este hobby ha evolucionado y ha sido parte de mi vida a lo largo de los años.

Más allá de ser solo una afición, Barbie me ha dado algo invaluable: la oportunidad de conocer a personas extraordinarias. Gracias a este mundo, he conectado con gente increíble que comparte mi misma pasión. Es sorprendente cómo algo tan simple como una muñeca puede crear vínculos tan profundos. Las amistades que he hecho a través de Barbie son, sin duda, uno de los mayores regalos que he recibido en esta aventura.

Nací en 1991, y desde muy temprana edad supe que el arte y el diseño serían mi vida. En mi hogar siempre había papel y lápices de colores, que utilizaba para plasmar mi imaginación en cualquier momento libre. Desde pequeño, lo que más me gustaba dibujar eran siluetas y rostros de mujeres con looks de fantasía. Este impulso creativo fue la guía que siguió marcando mi camino a lo largo de los años.

Una de las figuras más importantes en mi vida fue mi abuela materna. Con ella aprendí a coser a máquina, lo que me permitió dar vida a los trajes que vestían los seres fantásticos que dibujaba. Este aprendizaje me mostró que el arte no tiene que quedarse en el papel, sino que puede tomar muchas formas. Gracias a su enseñanza, pude materializar mi amor por el diseño y la moda.

En 2014, comencé a coleccionar muñecas Barbie, atraído no solo por su estética, sino también por su carga emocional y cultural. Barbie se convirtió en un medio perfecto para fusionar mi amor por la moda, el arte y la cultura pop. Un año después, en 2015, fundé Livin' Plastic, un proyecto donde puedo expresarme plenamente a través de piezas únicas que combinan arte, moda y cultura pop. Cada creación es una extensión de mi visión personal, hecha con materiales de alta calidad para dar vida a mis ideas.

Mi formación en diseño industrial ha sido el punto de partida, pero mi interés por la creatividad me ha llevado a estudiar también fotografía, patronaje y artes visuales. Este conocimiento multidisciplinario me ha permitido expandir mi visión artística y aplicar todo lo aprendido en Livin' Plastic, donde cada pieza refleja el resultado de años de dedicación, aprendizaje y una pasión inmensa por lo que hago.

Desde que tenía 8 años, Barbie ha sido una parte fundamental de mi vida. Crecí en los años 80, cuando no había tanta diversidad de juguetes, pero para mí, mi mundo siempre giró en torno a Barbie. Fui una niña muy afortunada, y siempre estaré agradecida con Santa y Los Reyes Magos por dejarme una Barbie debajo del árbol de Navidad cada año. Era mágico crear historias y aventuras con ella, y desde entonces, esa magia nunca me abandonó.

A medida que fui creciendo, mi fascinación por Barbie no solo se mantuvo, sino que se hizo más grande. Empecé a buscar versiones diferentes, ediciones limitadas, y me adentré en el mundo de las muñecas vintage. Me encantaba la diversidad de estilos y detalles que ofrecía cada una, lo que me llevó a empezar mi propia colección, buscando piezas únicas que reflejaran mi amor por esta muñeca icónica.

Hoy en día, coleccionar Barbies es mucho más que un simple hobby. Con más de 1,800 muñecas, mi colección representa una forma de mantener viva mi creatividad y mi conexión con esa niña que soñaba y creaba mundos con su Barbie. Cada muñeca que añado a mi colección me trae de vuelta recuerdos, pero también es una forma de seguir expresando mi amor por el diseño, los detalles y la nostalgia de mi infancia.

Soy coleccionista de Barbie desde hace 27 años. Mi colección cuenta con más de 2,200 Barbies, además de dioramas, accesorios y todo lo relacionado con esta emblemática muñeca. Actualmente, soy la titular de la EXPO Barbie Torre Latino, una exposición que presenta más de 1,500 muñecas y ha sido un éxito durante los últimos dos años. Mi historia con Barbie: De niña, nunca tuve una Barbie, aunque siempre anhelé jugar con ella. Este sueño se mantuvo vivo en mí hasta que, un día de Navidad, recibí mi primera Barbie como regalo. Fue una Barbie Collector, y desde ese momento descubrí las diferentes líneas de colección, lo que despertó mi interés por el coleccionismo. Barbie siempre ha sido una fuente de inspiración para mí, un modelo a seguir que representa lo que es posible lograr a lo largo de la historia.